Espero que tod@s disfrutéis con mis relatos, que os emocionéis y que realmente viváis lo mismo que los personajes, llevándoos a un mundo diferente. Deseo que cuanta más gente lea mi blog mucho mejor, tal vez así pueda llegar a publicar alguno de mis relatos algún día.

_________________________________________



Mostrando entradas con la etiqueta sorteos y concursos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sorteos y concursos. Mostrar todas las entradas

viernes, 17 de enero de 2020

SORTEO ENERO 2020!!!!!!

Hola Dimathian@s!!

Hoy es un día especial, y es que he decidido que voy a hacer un sorteo. Hacía muchísimo tiempo que no hacia sorteos ni por el blog ni por las redes sociales y tenía muchas ganas. En el video os enseño los premios, pero habrá algún regalito más pero quiero que sea sorpresa para que así los dos ganadores tengan algunos detallitos inesperados.



Dentro video!

viernes, 28 de enero de 2011

Mi relato para el Concurso "Relatos Hechizados"

Hola a tod@s!
bueno como ya puse ayer, participo en el concurso de relatos hechizados del blog Deseo y oscuridad de Karol Scandiu. Y cuando decidí apuntarme, pensaba que me costaría mucho escribir el relato, pues yo soy más de relatos largos. Pero tuve un momento de inspiración en que me vino la primera frase y el relato me salió solo.
A partir del 5 de Marzo, Karol irá publicando los relatos para que se puedan votar. Os avisaré cuando suba el mío para que lo podáis votar. Espero que me apoyéis para que pueda ganar el concurso.

Así que aquí os dejo el relato, espero que disfrutéis de él y que os guste (el protagonista masculino se llama Kirian en honor a todas las que os habéis enamorado de él en "Amor prohibido")

Amor mágico

Iria caminaba por los bosques de Icalián. Era lo único que podía darle paz en ese momento. Todavía no podía olvidar lo que había ocurrido hacía escasos minutos. Era tan extraño… Pero sobre todo tan doloroso…

Ya sabía desde hacía un tiempo que Kirian era un tanto extraño y peculiar, no solo porque esa belleza escultural de su cuerpo y su rostro no podían ser más que de un dios, alguien divino; si no porque se suponía que eran amigos.

En realidad se suponía que eran algo más que amigos…. Desde que nació, ella siempre recordaba estar junto a Kirian. Recordaba pasar juntos todo el tiempo, jugando y creciendo… Ya desde muy temprana edad practicaban hechizos juntos. Y por esa razón, tuvieron algún que otro susto.

Sus madres eran muy amigas, y al estar viudas, se apoyaban mutuamente. Pero la desgracia asoló muy pronto sus vidas. El mago oscuro Yaoz se fue apoderando de los poblados del reino de Lin, dejándolo todo muerto a su paso.

En tan solo unos meses acabó con casi todos los poblados de la zona. Y por desgracia, ocurrió lo mismo en el poblado donde Iria y Kirian vivían. Ellos escaparon por los pelos, pero sus madres no corrieron la misma suerte.
 Ya habían pasado dos largos años. Dos años en los que ambos se habían tenido que proteger y cuidar mutuamente. Habían desarrollado algo más que pura amistad. Era algo más intenso lo que latía en sus corazones.


No sabían cómo explicarlo, y tampoco se atrevían a confesarlo por miedo a no ser correspondidos.. Pero cada vez que estaban juntos, sentían como si unas corrientes eléctricas los golpearan desde el interior.
Iria suspiró al recordar aquella sensación que solía tener al lado de Kirian. Entonces… No comprendía cómo había podido ser capaz de hacer algo así. Cómo había podido irse con Luna. Cómo había sido capaz de besarla…
Luna y ella nunca se habían llevado bien; bueno… eso era decirlo de forma amable. Se detestaban de una forma muy profunda. Pues Luna procedía de una familia de magos muy adinerada y con recursos y que no tenía problemas para vivir. Desde que se conocieron se habían llevado muy mal.
 No ocurrió lo mismo con Kirian. Ella pareció desarrollar un claro interés por el hermoso joven, que no rechazaba las atenciones de Luna. Pero lo de aquella tarde… ¡No tenía nombre!
Iria los había visto besándose de forma apasionada junto a la casa de Luna. Kirian parecía disfrutar tremendamente con los besos de Luna. Solo cuando Luna se rió al ver a Iria, Kirian pareció reaccionar.
 -Hola Iria. –dijo alegremente Kirian como si no estuviera pasando nada.

 Ella se apartó de forma brusca de Kirian. Él trató de alcanzarla pero ella se zafó de sus manos, corrió y corrió hasta que llegó al bosque. Era el único lugar donde podía estar relajada y ser ella misma. Además sería el lugar perfecto para desahogarse sin que nadie pudiera molestarla.

Se sentó junto a la orilla y dejó que el agua de la orilla mojara los dedos de sus pies. Miraba cómo se movía el agua, como si de una hermosa danza se tratara. Pero cada vez que la palabra hermosura pasaba por su mente, sus pensamientos se iban hacia Kirian sin poder remediarlo.

-¡Eres idiota, Iria! –se gritó a si misma, mientras que las lágrimas ya habían empezado a derramarse por su rostro.

-¿Por qué dices eso? –preguntó Kirian interrumpiéndola de repente y sin que ella lo esperara.

-¿Qué haces aquí? –preguntó Iria sin responder al que había sido su amigo.

-Estaba buscándote. Cuando saliste corriendo traté de alcanzarte. –dijo Kirian. –Te perdí de vista hace un rato.

-Y entonces ¿Cómo me encontraste? –preguntó Iria secándose las lágrimas lo más disimuladamente que pudo.

-Porque nos conocemos desde pequeños y sé que este es tu lugar favorito. –contestó él con una amplia sonrisa mientras se sentó a su lado.

-Ah. –dijo sin más y apartando la mirada.

-¿Por qué saliste corriendo? –preguntó Kirian girando el rostro de Iria.

-No pensé que te hubieras dado cuenta de que estaba allí. Estabas demasiado ocupado con Luna… -contestó sin ocultar los celos que emanaban de su interior.

-Si solo hablábamos. –dijo él de forma inocente.

-Claro, con las lenguas enrolladas se habla muy bien. –respondió Iria con un tono irónico.

-¿Qué estás diciendo? –preguntó Kirian desconcertado.

-Te estabas besando con Luna ¿Y todavía tienes el descaro de hacerte el inocente? –preguntó ella muy furiosa.

-Yo solo recuerdo hablar con ella. Y luego… Te vi cuándo saliste corriendo, después de mirarme con rabia. –explicó él haciendo memoria.

-¿Me estás diciendo en serio que no sabes que te has besado con Luna? –preguntó ella incrédula.

-No lo sabía. De haberlo sabido, créeme que lo hubiera impedido. –contestó Kirian.

-Pues se te veía muy alegre mientras te besabas con Luna... –dijo Iria todavía molesta y celosa.

-Iria, por favor… -dijo Kirian cogiendo el rostro de ella entre sus manos. –Me conoces. ¿Crees que te mentiría en algo así? –preguntó él.

-No… -dijo Iria sonrojada por el contacto entre Kirian y ella.

-Además ¿Por qué crees tú que yo querría besarme con Luna? –preguntó él completamente extrañado.

-Porque es muy guapa, una gran maga y porque sus padres son muy adinerados. –respondió Luna resignándose.
-A mi ella no me interesa. A mi me interesa otra persona. –dijo Kirian dedicándole una sonrisa muy sugerente.

-¿Otra persona? –preguntó Iria levantando una ceja.

-Sí, tonta. Me interesas tú. –contestó acariciando su mejilla. –Y si tus celos no te estuvieran cegando, te daría cuenta de ello.

-Yo… -contestó ruborizándose y sin saber lo que decir.

-Hace tiempo que estoy interesado en ti, pero no me atrevía a decirte nada… –contestó Kirian. –Pero ¿Sabes qué? –preguntó.

-¿Qué? –preguntó ella intrigada.

Kirian no dijo nada, se acercó a Iria y la besó con mucha dulzura. Sus lenguas jugueteaban, sus alientos se mezclaban y esa corriente eléctrica de su interior, les azotaba con mucha fuerza.

Ella enroscó sus brazos alrededor del cuello de Kirian. Él por su parte, posó sus manos sobre la diminuta cintura de Iria. Desde pequeño, había deseado estar con Iria, pero al principio ella no le miraba del mismo modo.

Kirian había soñado tantas veces con aquel beso que por fin se daban… Con poder tener su cuerpo entre sus manos. Poder admirar esos ojos que tenían esa mezcla tan rara de verde esmeralda, marrón y gris. Eran como un embrujo para él, un embrujo del que le resultaba imposible escapar.
Tras un rato, el beso terminó y ambos se miraron a los ojos. En el rostro de Iria se había instaurado un rubor a causa del beso. Kirian estaba pletórico, al fin había podido besar a Iria.

-¿Y el beso? –preguntó ella haciendo que su rubor aumentara.

-Llevaba años queriendo hacerlo. –confesó él.

-¿Por qué no me dijiste nada? –preguntó ella extrañada.

-Por temor a que me rechazaras. –contestó.

-No entiendo porqué tenias miedo. ¿Acaso no notabas la corriente eléctrica cada vez que nos tocábamos las manos?-preguntó ella mirándole a sus profundos ojos azules.

-Sí pero… Tú eres muy hermosa y sé que varios magos del pueblo suspiran por ti… -contestó Kirian.

-No creo que eso sea cierto. Yo no soy nadie. –dijo Iria con tristeza en la voz.

-Eres la más hermosa del reino. –respondió Kirian haciendo que Iria se ruborizara de nuevo.

-Gracias… -dijo ella con una amplia sonrisa.

Se quedaron muy juntos, mirándose mientras Kirian le acariciaba los cabellos con ternura. Entonces Iria recordó algo…

-Si dices que no recuerdas haber besado a Luna, pero yo te veía tan feliz… ¿Cómo es posible? –preguntó ella.

-No lo sé. Pero no recuerdo haberme besado con Luna. –contestó Kirian levantando una mano a modo de juramento.

-Seguro que ha usado algún conjuro. –respondió Iria hirviendo por dentro.

-¿Por qué querría lanzarme un conjuro para besarse conmigo? –preguntó Kirian desconcertado.

-Algo esconde… -comentó Iria. –Iremos a investigar.

Se levantó arrastrando tras de si a Kirian. A él no le apetecía investigar lo que Luna se traía entre manos, pero no dejaría sola a Iria. No en ese momento que por fin se habían sincerado.

Llegaron hasta la casa de Luna. La vieron sentada en la cama de su dormitorio. Parecía estar escuchando a alguien. Al principio, no escuchaban nada, pero a los pocos segundos una voz profunda de hombre, se escuchó.

-¿Hiciste lo que te pedí? –preguntó la voz de Yaoz.

-Sí, pero Iria nos interrumpió y no pude acabar con lo que me ordenaste. –explicó Luna.

-Debes completarlo antes del amanecer o mi plan no podrá llevarse a cabo. –dijo Yaoz con enfado.

-Lo sé. Pero… No sé cómo volver a atraerle. No tengo tanto poder. –contestó Luna. –Si pudiera tener algo más de poder…

-¡No! –gritó Yaoz enfadado. –Tú ocúpate de traerle aquí y yo haré el resto.

Iria y Kirian se alejaron un poco. Estaban sorprendidos por lo que acababan de escuchar. Además no comprendían nada de lo que habían escuchado.

-Entonces… ¿Luna está ayudando al mago oscuro? –preguntó Iria.

-Eso parece... –contestó Kirian. –Pero ¿Para qué me necesitan a mí? –preguntó indignado.

-No lo sé. Pero no podemos permitir que se salga con la suya. –dijo Iria. –Te protegerás con un hechizo para que no pueda controlarte mentalmente.

-¿Y luego qué? –preguntó. –Si Yaoz está con ella será muy peligroso.

Estuvieron haciendo el hechizo protector y acordando que Iria estaría cerca para tratar de ayudarle por si algo no iba como debía. Kirian se acercó a la casa de Luna y ella le recibió encantada.

-Me alegra que hayas venido. Antes nos dejamos un asunto pendiente… -dijo ella con voz sugerente.

Tal como se habían imaginado, Luna le lanzó un hechizo. No funcionó por la protección, pero él trató de disimular para no levantar sospechas antes de tiempo. Luna se acercó a él y le besó como había hecho hacía escasas horas. Kirian no tuvo más remedio que ceder, pues sabía que todavía no podía actuar. Iria estaba con la sangre hirviendo al tener que ver semejante escena. Lo peor vino después.

Luna tumbó a Kirian en la cama y sus ropas volaron por los aires en pocos segundos. Kirian abrió los ojos como platos al igual que Iria, pero no podían correr el riesgo de ser descubiertos antes de tiempo. Mientras Iria observaba la escena, vio como de entre las sombras aparecía Yaoz en la habitación. Mientras tanto, Luna besaba y manoseaba a Kirian que disimulaba todo lo que podía.

-Ya está todo listo. Es el momento. –dijo Yaoz.

-Sí, amo. –contestó ella.

Luna se acercó más a Kirian dejando al descubierto su virilidad, mientras ella descubría su intimidad. Se colocó a su lado para que sus zonas íntimas se rozaran. Kirian reaccionó ante el tacto, pero sabía que Iria debía actuar primero.

-Si engendras un hijo esta noche de este mago, será el mago oscuro más poderoso de todos los tiempos. El mago que será el rey de mis dominios y que sumirá al reino de Lin en una era oscura. –dijo Yaoz con orgullo en la voz.

Luna se movió para que Kirian entrara en ella. Él trató de ganar tiempo, moviéndose, colocándose mejor en la amplia cama… Cualquier cosa que le hiciera ganar tiempo. En ese momento, Iria hizo su aparición. Estaba realmente furiosa. Jamás había sentido tanta ira y tanta rabia en su interior. Un gran poder estaba a punto de estallar en su interior. Un poder que dejó salir y alcanzó de lleno a Yaoz. Luna se apartó asustada de Kirian.

-¡Maldita sea! –gritó Yaoz levantándose.

-No se te ocurra acercarte a él. –dijo Iria con voz amenazante.

-Debes acabar con esta maga o será la ruina de mi plan. –dijo Yaoz mirando a Luna. –Ella es la mitad que no debe unirse con el mago que tienes delante.

-Si, amo. –respondió ella.

Luna intentó atacar a Iria con un golpe y un hechizo. Pero ella estaba tan furiosa y con tanto poder acumulado que se defendió sin problemas, acabando rápidamente con la vida de Luna con un golpe de su poder.

-Lárgate o acabaré también contigo. –dijo Iria amenazándole.

-¿Acaso ya sabías que tú eres la gran maga? –preguntó Yaoz sorprendido.

-Algo dentro de mí lo sabía. –contestó ella con una amplia sonrisa. –Y sé lo que ocurrirá si Kirian y yo nos unimos…

-No lo voy a permitir. –contestó Yaoz intentando lanzar un hechizo a Iria.

Ella estaba preparada para contrarrestar el hechizo, pero alguien lo hizo en su lugar. Kirian que se había puesto a su lado y que protegía a su amada. Ambos se miraron y sonrieron.
Entonces concentraron su poder y lo lanzaron contra Yaoz. A los pocos segundos del impacto de tanto poder contra Yaoz, vieron como se le escapaba la vida gota a gota hasta que sus ojos se cerraron para no volver a abrirse.  Cuando todo había acabado, Kirian abrazó a Iria suspirando y sollozando. Realmente, había temido por la vida de su amada.

-Creí que te haría algún daño… -dijo con preocupación en la voz.

-No lo haría. –contestó ella sonriente.

-¿Y qué es eso de que eres la gran maga? –preguntó Kirian desconcertado.

-No sé, algo dentro de mi se removía desde hace un tiempo. Y ahora sé que es por eso. –contestó ella alegremente

-Oye Iria ¿Y eso que dijiste de que sabías lo que pasaría si tú y yo nos uníamos? –preguntó intrigado.

-Si te unías con Luna nacería el mago oscuro más poderoso. Y tal por lo que dijo Yaoz, pues… debía ser lo contrario. O sea que nacería el mago blanco más poderoso de todos. –explicó Iria.

-Te amo… -suspiró Kirian abrazándola y besándola con gran pasión.

-Y yo también a ti. –contestó Iria.

-Eres la maga más maravillosa del mundo, la más hermosa… Desde que nací supe que estaba predestinado a amarte… -dijo suspirando mientras no paraba de observar a Iria, que estaba ruborizada.

Los besos aumentaron de cantidad y ritmo, al igual que empezaron las caricias. Necesitaban demostrarse todo lo que sentían. Necesitaban amar y ser amados. Sentir en cada poro de su piel, todo aquello que desde pequeños habían sentido en sus corazones…
Pocos minutos después, sus cuerpos desnudos se encontraban frente a frente demostrándose su amor y sin temor ni miedo alguno. Ese amor que haría que se uniesen en esa misma estancia, bajo la luz de la Luna. Mostrando todos sus sentimientos. Aquel reino jamás había conocido un amor tan puro como el que se estaban demostrando en aquella noche de Luna llena.

De esa unión de amor entre Iria y Kirian, a los nueve meses nació un hermoso niño con los mismos ojos azules que su padre y que se convirtió en toda una leyenda. Una leyenda que sus generaciones perpetuaron durante siglos…

Mis Hijos Literarios






Post más visto

Rosometro

Photobucket