Minirrelato 15
Estaba sola en casa, aburrida, deprimida, y con la cabeza llena de pensamientos que solo me ponían más triste aún.
Cuando recibí el Whatsapp de mi amigo David me sorprendí mucho pues me decía que si quería quedar un rato para salir con sus amigos y tomar algo.
Había estado desanimada porque me sentía muy sola, que no le importaba a nadie, y ver que mi amigo me quería animar, me hizo esbozar una leve sonrisa.
Al instante le respondí para saber dónde y a qué hora quedar y tras leer el punto de encuentro me dispuse a arreglarme.
No quería ir demasiado arreglada, pero sí lo suficiente como para poder sentirme bien, sentirme guapa. Tras revisar toda la ropa de mi armario, me decidí por unos vaqueros bastante ceñidos, unos botines negros y una camiseta ajustada. Cogí el bolso y el abrigo y salí de mi casa con una sonrisa ya que estaba ansiosa por disfrutar de la noche.
Llegué al lugar de encuentro donde me esperaba David con un amigo y después vinieron las risas, las bromas, el alcohol....
Lo cierto es que tengo un poco borrosa la noche con tanta cantidad de alcohol, pero relacioné lo ocurrido al verme en la misma cama con David y su amigo Javier...
No podía creerlo, ¿Cómo habíamos hecho aquello? Era inusual en mi. Pero allí estaba yo con dos chicos muy guapos, en una cama, con muy poca ropa y con toda la ropa de cama llena de chocolate. No pude ocultar mi rubor, al pensar en la noche tan intensa que habíamos pasado.
"Y encima estábamos dulces" bromeé para mi misma mientras disfrutaba de esa agradable compañía masculina.
Cuando recibí el Whatsapp de mi amigo David me sorprendí mucho pues me decía que si quería quedar un rato para salir con sus amigos y tomar algo.
Había estado desanimada porque me sentía muy sola, que no le importaba a nadie, y ver que mi amigo me quería animar, me hizo esbozar una leve sonrisa.
Al instante le respondí para saber dónde y a qué hora quedar y tras leer el punto de encuentro me dispuse a arreglarme.
No quería ir demasiado arreglada, pero sí lo suficiente como para poder sentirme bien, sentirme guapa. Tras revisar toda la ropa de mi armario, me decidí por unos vaqueros bastante ceñidos, unos botines negros y una camiseta ajustada. Cogí el bolso y el abrigo y salí de mi casa con una sonrisa ya que estaba ansiosa por disfrutar de la noche.
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Lo cierto es que tengo un poco borrosa la noche con tanta cantidad de alcohol, pero relacioné lo ocurrido al verme en la misma cama con David y su amigo Javier...
No podía creerlo, ¿Cómo habíamos hecho aquello? Era inusual en mi. Pero allí estaba yo con dos chicos muy guapos, en una cama, con muy poca ropa y con toda la ropa de cama llena de chocolate. No pude ocultar mi rubor, al pensar en la noche tan intensa que habíamos pasado.
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